Nosotros los asalariados celebramos este Día del Trabajador con la memoria puesta en el origen del Movimiento Obrero Mundial por los derechos de todos y todas, los y las trabajadores. Recordamos el legado de lucha de los Mártires de Chicago ese 01 de Mayo de 1886, que salieron a la calle a exigir una jornada de trabajo que no los esclavizara y les permitiera tener una vida más digna, con la consigna “ocho horas de trabajo, ocho de reposo y ocho para la recreación”. Hoy hemos vuelto a jornadas de trabajo extenuantes, con poco o nada de tiempo para la recreación y la vida digna, con salarios muy bajos lo que ha provocado una alta cantidad de chilenos endeudados y una pésima calidad de vida para todos nosotros.
Sabemos que hoy las leyes que rigen el código laboral deben ser cambiadas, porque son herencia de la espuria Constitución de 1980 que nos “heredara” la Dictadura y que hoy algunos quieren sostener para mantener al pueblo sometido y enceguecido, hablándonos de una libertad que ellos quieren escoger para nosotros los trabajadores. Quedó en evidencia hace unos días, cuando la derecha neoliberal objeta cuatro artículos de esta débil Reforma Laboral ante esta “tercera cámara” llamada Tribunal Constitucional y que ha sido objeto de la derogación de dos de los artículos que daban espacio al fortalecimiento sindical que la derecha siempre ha buscado debilitar. Como trabajadores Rodriguistas estamos aquí, en esta lucha, en la defensa de lo que por derecho nos corresponde, lo que la dignidad exige para cada ser humano. Sabemos que organizándonos como Pueblo, desde las bases, fortaleciendo el movimiento sindical y abriendo espacios de debate entre nosotros, las y los trabajadores, podremos dar paso a un gran movimiento de nuestra clase trabajadora que exija el cambio que necesitamos en nuestra Carta Fundamental. Entendemos que el cambio a la constitución debe darse a través de la asamblea constituyente que nos autoconvoque como Pueblo y que nos permita impulsar leyes a favor de nuestra soberanía y en beneficio de todas y todos los chilenos, leyes laborales que protejan el derecho al trabajo, sólidas, que velen porque todas y todos recibamos salarios que nos permitan vivir con dignidad hasta nuestra vejez.
Chile tiene una deuda con los sindicatos de clase y sus dirigentes que fueron brutalmente desaparecidos y asesinados para instalar con toda tranquilidad un código laboral que los gobiernos lacayos y cobardes no han querido cambiar porque se han acomodado, para ellos es preferible estar bien con los empresarios y trasnacionales que con los trabajadores. Estos gobiernos que fueron instalados por todos y todas nosotros se han convertido en un estado empresarial que requiere de un mercado desregulado para hacer y deshacer en nuestra patria y usar como esclavos modernos a los chilenos y chilenas que producen y enriquecen esta nación.
Trabajadores de nuestra patria es hora de fortalecerse en los territorios, en las empresas, en los sindicatos, recobrar la confianza, somos nosotros, ustedes quienes tenemos que cambiar el curso de la historia. Los Rodriguistas y nuestros héroes y mártires están en cada combate contra las patronales.
Dirección Nacional
FRENTE PATRIÓTICO MANUEL RODRÍGUEZ