Los Estados están para proteger la soberanía, asegurar el trabajo, la salud y la educación para todos los ciudadanos. Sin embargo, el Estado Chileno se ha dedicado a proteger a las grandes empresas, a dotarlas de mayor poder al permitir una ley laboral vergonzosa, que incentiva la no organización de los trabajadores, permitiendo que el no afiliado al sindicato obtenga sin hacer nada, los mismos derechos de aquel que se organizó para mejorar las condiciones en las negociaciones en torno a sus compañeros de trabajo.
Es inaceptable, que las únicas acciones que se ofrezcan como alternativa para cada conflicto entre la ciudadanía y el empresariado, sea o un Bono como soborno o la represión de los ciudadanos que buscan una solución definitiva a sus necesidades. Los Rodriguistas sabemos lo que es esto, es la forma más aberrante de NO HACERSE CARGO estando en el cargo, más que para garantizar los privilegios de las grandes empresas. La pesca de arrastre, la proliferación de salmoneras; la política de devastación conducida por las grandes empresas y avalada por el estado cómplice, no hace más que empobrecer nuestra patria y contaminarla, destruyendo los ecosistemas y envenenando los ríos, los mares, arrasando toda la flora y fauna provocando la pérdida de biodiversidad. Estas empresas trasnacionales nos usan como esclavos, destruyen nuestro medio ambiente, dejando en su paso solo muerte y desolación.
168 mil habitantes aproximados cifran el último censo 2012 en la Isla de Chiloé, hoy frente a la catástrofe producida entre otros factores por el vertimiento de toneladas de salmón muerto en evidente estado de descomposición y la marea roja, ha provocado una crisis que día a día se agudiza. Es una bomba que está acumulando potencia y está a punto de estallar; no es por casualidad, ni por la acción de algún partido político que está envenenando a los pobladores con algún discurso en los territorios. Es el sistema Neoliberal que administra el Estado de Chile; que no es capaz de adelantarse a este tipo de problemas porque no están pensando en la gente común y corriente, sino en la acumulación infinita e insaciable de capital. Nos referimos al poblador que no puede escapar de su tierra a la capital a pasar la catástrofe. El pescador, el campesino, los Williches que heroicamente se atrincheran en su Isla para dar la pelea. Los chilenos y chilenas sabemos que el Estado no va a resolver el problema. Que lo único que el Estado puede aportar son migajas y represión. Nada es casualidad, la contaminación que produce un progreso que no vela por el futuro, si no por el dinero rápido es el que está dando sus resultados, la pesca de arrastre que va destruyendo la vida en las profundidades de nuestro Mar. La producción de salmones con biotecnología dedicada a la mejora de la productividad en acuicultura, lo que consigue modificar la tasa de crecimiento y aumentar la resistencia a las enfermedades de los peces. Cinco mil toneladas de salmones, contaminados desde su origen y en estado de putrefacción fueron lanzados al mar por orden del Estado chileno. La marea roja ha estado presente siempre que se ha producido la corriente del Niño, pero jamás había matado mariscos, mamíferos, o anchovetas y sardinas.
El Gobierno pretende resolver esta crisis con migajas para el pueblo, ahora les ofrece 100 mil pesos mensuales como paliativo para que se queden callados, cuando vemos cómo todos se han llenado los bolsillos; ministros, senadores, diputados, militares quedándose con miles de millones de dólares adquiridos por distintas formas de corrupción en donde los poderes del Estado de forma transversal han sido parte. Lo que el Gobierno no resuelve con migajas lo resuelve con represión. Hoy hay un fuerte contingente de FFEE ya en la Isla, en Quellón, Castro y Ancud principalmente. Saben que los chilotes están en pie de lucha por su dignidad. La respuesta que tienen ante las exigencias del pueblo es enviar a sus guardianes del orden, que con su mal enfocado lema “Orden y Patria” velan por los intereses de los grandes grupos económicos y no por los de su pueblo. Lo vimos en Aysén el 2012 y lo vive día a día y desde hace años el Pueblo Mapuche en Wallmapu.
Los Rodriguistas de Chiloé y de todo Chile solidarizamos con nuestros hermanos chilotes, con los pescadores, mariscadores, recolectores, feriantes y campesinos y exigimos que el Estado trasfiera parte del 10 % del Cobre que le entrega a militares para compras de alcohol y vehículos último modelo, al pueblo que está sufriendo.
No podemos dejar de hacer un llamado a los y las trabajadores que sufren hoy en Chiloé. Hermanos y Hermanas, es hora de terminar con este régimen inhumano, es necesario organizarse no sólo frente a esta crisis y exigir una asamblea constituyente que cambie la constitución y refundemos nuestra Patria, es hora de dejar de pedir lo que merecemos y de levantarnos con la fuerza y la dignidad que nos dotaran nuestros héroes y mártires en los combates por la libertad de Chile.
DIRECCIÓN NACIONAL
FRENTE PATRIÓTICO MANUEL RODRÍGUEZ